la internacional socialista

lunes, 27 de diciembre de 2010

La coherencia de tener proyecto

La labor política de Proyecto Sur asumió todas las propuestas de campaña; un precedente más que esperanzador.
Interbloque Proyecto SurInterbloque Proyecto Sur

Concluido el año parlamentario, el balance del Interbloque Proyecto Sur difícilmente podría ser más alentador. Si bien las fuerzas políticas mayoritarias (PJ, UCR y variantes) se negaron a tratar muchas de las iniciativas presentadas, lo cierto es que desde diciembre de 2009 hasta hoy el grupo de diputados liderado por el precandidato presidencial de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, logró la proeza de avanzar en la instalación pública de los grandes temas que hacen al interés nacional. De cuestiones estratégicas que, largo tiempo silenciadas por los partidos tradicionales, son sin embargo fundamentales para el presente y el futuro de nuestra sociedad: deuda externa, ferrocarriles, minería, petróleo, cuidado del medio ambiente, defensa de la soberanía, etc.

Pero lo esencial es que, sin excepción, las promesas enunciadas durante la campaña de 2009 se convirtieron en leyes y en proyectos. Contra las prácticas a que nos tiene acostumbrado el bipartidismo, Proyecto Sur asumió el compromiso contraído con la ciudadanía dándole cauce en acciones y propuestas concretas. Testimonio de ello es el libro “Proyectos Legislativos 2010”, que recoge todo el trabajo del año. Además, contando con sólo once diputados, que representan el 4 % de los mismos, el Interbloque presentó el 14 % de los proyectos, que en total suman 452; es decir, su trabajo estuvo muy por encima de la media, y en muchos casos fue acompañado por otras fuerzas (Frente Cívico de Córdoba, GEN, Partido Socialista, entre otros).
En paralelo, y como no podría ser de otro modo, las “5 Causas” tuvieron su respectivo correlato parlamentario. Como ha señalado el diputado Solanas, la mayor parte de los proyectos “han abordado múltiples temáticas, entre las cuales se encuentran las cinco grandes causas que reivindicamos defendiendo los intereses nacionales, como la igualdad y la justicia social, para lograr un proceso de integración latinoamericano que nos permita ser protagonistas del nuevo escenario internacional”. Seguimos aquí la relación de propuestas señaladas por Fernando “Pino” Solanas en la “Introducción” al citado libro.
De cara a la promoción de la “Igualdad y la Justicia Social” se presentaron, entre otras: la Ley de asignación universal por niño, niña, adolescente, discapacidad y prenatal; la Ley de protección integral de personas en riesgo y en situación de calle; una nueva Ley provisional; la Ley contra la trata de personas; y la Ley que declara la garrafa de gas como “servicio público”.
En materia de “Recursos Naturales, Soberanía y Medio Ambiente” se logó la sanción de la Ley de glaciares (que sufre un sospechoso amparo en San Juan), y fueron presentadas las leyes de prohibición de minería a cielo abierto con sustancias tóxicas y de investigación de la deuda pública; asimismo, se impulsaron el proyecto de creación de PETROARG (Petróleos de Argentina) y la Ley para la auditoría de las reservas hidrocarburíferas. Cabe destacar que, en este campo, el Congreso de la Nación dio sanción a un Proyecto de Ley que instaura un nuevo y riguroso marco legal para empresas que, con intereses petroleros en Malvinas, operen en el territorio nacional.
Con el objetivo de recuperar nuestras “Industrias y Servicios públicos” se propusieron la Ley de creación de FEPAR (Ferrocarriles Públicos Argentinos) y leyes en torno a la promoción de la micro, pequeña y mediana empresa, de la agricultura familiar, de los pequeños productores rurales y de las economías y cadenas de valor regionales; también se impulsó la Ley de producción pública de vacunas, sueros, reactivos y medicamentos.
Para la promoción de la “Cultura y la Educación basadas en una Ética Solidaria y de Respeto de la Dignidad Humana” se generaron propuestas en torno al financiamiento educativo, bibliotecas escolares, la creación del Sistema Sociodemográfico y de Educación, del PRONIDE (Programa nacional de Investigación y Desarrollo de Estrategias Educativas) y del EMEI (Escuelas Modelo de Educación Integral).
Con el objetivo de “Democratizar la Democracia” se presentaron la Ley nacional de juventud y la Ley de sufragio no obligatorio para jóvenes mayores de 16 años; la Ley de reforma del Consejo de la Magistratura y la Ley de seguridad pública para la convivencia ciudadana. Además, se realizaron aportes significativos para la normalización del INDEC.
Es preciso señalar que, junto con el excelente trabajo realizado en el Congreso, durante todo el año Proyecto Sur se preocupó por comunicar a la ciudadanía la necesidad de democratizar las instituciones y poner en marcha un proyecto emancipador para cambiar la lógica social, política y económica vigente. Con ese propósito, muchas fueron las iniciativas llevadas a cabo: actos y mateadas en distintas localidades; los “Foros por un Proyecto Emancipador”; numerosas Audiencias Públicas; actos simbólicos como el realizado en la Estación Once; actividades organizadas por la militancia (eventos artísticos y culturales, mesas de difusión, cine debate, pegatinas, pintadas, marchas por causas y reivindicaciones sociales, etc.). En todos los casos se logró un éxito categórico, lo cual revela una potencialidad que, de seguro, se multiplicará con fuerza en el año electoral que está por comenzar.
El Movimiento Proyecto Sur ha asumido el desafío de pensar y elaborar un proyecto de país sobre la base de la ética pública y la ética social desarrolladas por las mejores tradiciones políticas nacionales, populares y democráticas; por las organizaciones sociales, ambientalistas y tantas otras experiencias y acervos que supieron resistir a la devastación del patrimonio público y defender la autonomía de la Nación. Hoy, las patologías inherentes al modelo de dependencia agro-minero-petrolero-exportador, el cual es asumido de manera acrítica tanto por el oficialismo como por la oposición tradicional, se reflejan con dramatismo en la desnutrición de más de medio millón de niños argentinos. Por ello, la tarea de la hora pasa por dar un vuelco al paradigma vigente: por renovar la política y fomentar la participación popular hacia una nueva etapa histórica, hacia la segunda y definitiva emancipación de nuestra patria.

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