En 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce 33.4 millones de personas afectadas por el virus, ese mismo año resultaron infectadas por el virus 2.7 millones de individuos, y que 2 millones más murieron por esa causa
Persiste un importante desconocimiento por parte de muchas sociedades, dada la difícil difusión de medidas de prevención básicas, esto, a partir de prácticas discriminatorias y de posiciones ideológicas y religiosas en muchos casos contrarias al logro a una efectiva disminución de los contagios.
Hoy es suficiente el conocimiento sobre los mecanismos de contagio, el contacto con fluidos corporales como el semen, la sangre, el fluido vaginal, la leche materna; las transfusiones de sangre; además el uso de agujas y jeringas contaminadas. También durante el embarazo, la mujer infectada puede transmitir la enfermedad al bebé en el seno materno o bien al dar a luz, etcétera.
No obstante, los adelantos terapéuticos con antiretrovirales en los habitantes de los países de bajos ingresos no es suficiente, más de cinco millones de personas no acceden a los tratamiento por el costo de los mismos. Los laboratorios productores, han atentado contra la accesibilidad haciendo prevalecer de manera desmedida sus expectativas de ganancias por sobre la real estructura de costos. Afortunadamente, Brasil, Sudáfrica y la India generaron un “cóctel” de genéricos de marcada eficacia y precios razonable.
Este primero de Diciembre debe servirnos nuevamente para comprometernos en la búsqueda de soluciones para una enfermedad cuya letalidad afecta primordialmente a los sectores populares.
Por Jorge Selser (LEGISLADOR PORTEÑO PSA)
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