Deseo sostener esta propuesta desde la realidad. Cuantitativamente el Socialismo, representa la tercera minoría, luego del radicalismo y el peronismo, como expresión político cultural de los argentinos, por lo cual eleva nuestra responsabilidad. Cualitativamente, somos un universo que va desde posiciones cercanas al centro, hasta la extrema izquierda. Por eso digo de encontrarnos y no de unirnos. La unidad es un viejo sueño que al día de hoy resulta inalcanzable.
¿Por qué encontrarnos? Si bien existen diferencias, hay un mínimo denominador común que une a los socialistas: “aspiramos a una argentina soberana en el marco de una sociedad justa y democrática”. Por eso nuestro país tiene que: realizar las tareas de Liberación nacional- distribuir la riqueza hasta erradicar la miseria- defender el ambiente y-respetar la Constitución Nacional.
¿Para que encontrarnos? Para aportarle a nuestro pueblo trabajador una acción eficaz y eficiente.
¿Cómo hacerlo? Esta es la parte que genera mayores diferencias, las cuales no tienen que ver con principios, sino con intereses personales. Pero los que tienen intereses personales no pueden ser un obstáculo para que la mayoría elija la posición más correcta.
¿Cuáles son las posturas que se esgrimen? A grandes rasgos son cuatros. El oposicionismo formal y el oficialismo formal que se expresan al interior del Partido Socialista, el aislacionismo que núclea a los partidos de diverso origen marxista y Proyecto Sur que es expresada por el PARTIDO SOCIALISTA AUTENTICO.
El oposicionismo formal
En una nota aparecida en Pagina 12, un miembro histórico del socialismo, legislador en la CABA y dirigente del PS, Raúl Puy sostiene: “Cortina y Giustiniani, con discursos en defensa de la republica, en realidad custodian los intereses del capital financiero y de los grandes propietarios de la tierra... Solo basta ver algunas votaciones realizadas por los representantes de Giustiniani en la Cámara de diputados de la nación y por el mismo en el senado. Ellos, acompañando a la derecha vernácula, han votado en contra de que el Estado nacional recupere Aguas Argentinas, en contra de la recuperación de Aerolíneas y tal vez el asombro mayor lo encontramos en el voto negativo sobre los derechos de exportación agropecuaria ubicándose al lado de la Sociedad Rural Argentina... Dada la tremenda crisis económica y financiera mundial no es posible que el Partido Socialista se cobije bajo el ala de la adivinadora de turno, que confunde con mucha irresponsabilidad al ciudadano de turno que dice defender y propone una alianza con los representantes del fracaso del 2001”
Como vemos una fuerte corriente interna cuestiona la postura de sumarse a la Alianza UCR-CC. Por eso no resulta sencillo decir que los socialistas se alinearan con quienes vienen corriendo al gobierno desde la derecha. El oposicionismo formal esta en dificultad para explicar su situación.
El oficialismo formal.
Este sector trata de justificar su acercamiento al gobierno en algunas tibias medidas de centroizquierda. Pero le enrostran que en política minera, no solo mantuvo la política de entrega menemista, sino los reintegros a la exportación y las exenciones impositivas. El veto a la ley de “protección de los glaciares” a favor de los intereses de la Barrik Gold. En la política Petrolera, el gobierno entrega la renta hidrocarburifera y prorroga las concesiones hasta la extinción del petróleo, permitiendo que disminuya peligrosamente las reservas. Como cartón lleno la regresiva distribución del ingreso, redescuentos a los bancos, tren bala, deuda externa, pago al Club de Paris. Parecen ser una carga suficiente para hundir cualquier intento de “oficialismo formal”, para cualquier corriente socialista. El oficialismo formal esta en dificultad de explicar su posición política.
El aislacionismo
Nosotros lo hemos practicado durante los duros años del neoliberalismo. Es testimonial y en algunos casos expresa la integridad política y moral de quienes la practican. El problema es que no alcanza a transformarse en una opción. No alcanza con decir que somos la vanguardia, la elite esclarecida, la organización cuya misión es revolucionar la realidad, etc. Se opera o no en la realidad histórica que nos toca. También aquí existen dificultades para justificar la postura.
Proyecto Sur
Desde su propuesta programática, su expresión política, su vinculación con los trabajadores, es la fuerza que más tiene que ver con el ideario socialista. Es una corriente amplia abierta al crecimiento y al permanente enriquecimiento. No es una fuerza infalible, que puede errar y corregir, pero lo que siempre nos anima es la defensa de los intereses de la nación y del pueblo trabajador.
No militamos para salvar nativa, incapaz de impulsar un Proyecto nacional. Mucho menos una burguesía de amigos. Creador de nuevos ricos, de ganancias fáciles, afecto a la corrupción.
Queremos democratizar la democracia. Elevar el protagonismo popular. Buscamos el ascenso social, cultural y político hasta erradicar la miseria, en su sentido más amplio. Vamos por la recuperación de los recursos naturales, el patrimonio, el re-encuentro con nuestra soberanía e independencia. Vamos por un mayor acercamiento con nuestros hermanos de América Latina.
El dialogo
Con humildad, creo que los socialistas deberíamos abrir un nuevo dialogo. Observar los caminos para encontrarnos en este espacio. De la misma manera que otras corrientes deberían intentar lo mismo. La tarea de gobierno que mas necesita nuestro pueblo no aparecen en la agenda del oficialismo, ni del opocisionismo.
¿Por qué no podríamos intentar reunir las fuerzas suficiente para encarar él desafió?
Mario F. Mazzitelli
Secretario General Nacional del PSA
Darío Lanieri, Roberto Beltrami, Felipe Carrillo
PSA 9 de Julio en Proyecto Sur
NOTA PUBLICADA: 18/02/2009
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