la internacional socialista

jueves, 19 de marzo de 2009

El adelantamiento de las elecciones para el próximo 28 de junio, es una clara manifestación de debilidad por parte del gobierno.

Pero no es conveniente hacer leña del árbol que empezó a perder la vertical. Con un panorama que se observaba difícil tras el conflicto con sectores agrarios en 2008, con el que agravó una crisis económico-social interna que venía incubando, a la Argentina se le sumó la crisis internacional y al gobierno un calendario electoral provincia por provincia que lo tenía a maltraer. La derrota contundente en Catamarca, en unidad con Barrionuevo y Saadi, fue una clara señal que la estrella del ex presidente ya no alcanza para garantizar una victoria electoral. Al adelantamiento de las elecciones en Santa Fé donde el gobierno nacional no tiene éxito posible, dado que todos los resultados potenciales le son adversos; se le sumó la jugada electoral del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desdoblando la elección y concentrando toda la artillería en torno al 28 de junio. El calendario se presentó tortuoso para el matrimonio presidencial. Además de los dos distritos mencionados el gobierno tiene dificultades en Córdoba, donde su base electoral es mínima, Capital donde aparece huérfano de respaldo popular y sin alternativas a la vista y en Mendoza donde se manifiesta con toda intensidad la contradicción de la fórmula presidencial. Ir de derrota en derrota hasta el 25 de octubre podría afectar el humor popular y un desgaste prematuro. Así encontró, en una maniobra electoral, la posibilidad de orientar el mapa y la energía política en torno a las elecciones. Para nosotros la manifestación de la voluntad popular siempre nos es grata. No creemos que el adelantamiento pueda modificar la opinión que nuestro pueblo tenga del gobierno. En 1989 las elecciones de mayo tuvieron la intención de que el plan primavera lograra contener las variables de la economía. No sucedió así. El pueblo se expresó contrario al oficialismo. El traspaso del mando presidencial sucedió en julio en lugar de diciembre, pero el orden constitucional se mantuvo. También en 1995 se adelantaron las elecciones presidenciales, en este caso resultaron favorables al oficialismo. En 2001 el respeto por la fecha del calendario electoral, las elecciones fueron el 14 de octubre, no impidió que la crisis desbordara las instituciones y apenas 2 meses después el presidente saliera en helicóptero. Se deben haber dicho “la madre de todas las batallas es la provincia de Buenos Aires” y de allí podrá surgir una victoria que le de sustento social a un gobierno cuyo desgaste se aceleró durante el último año. Ocurre que nada garantiza tal triunfo electoral. Ni el adelantamiento. Ni la candidatura de Sergio Massa, Graciela Ocaña o el mismísimo Néstor Kirchner.
Y aquí hacemos una aclaración: Néstor Kirchner no puede ser candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires.
Néstor Kirchner no cumple con los siguientes requisitos:
a.- No cuenta con cuatro años de ejercicio de la ciudadanía, porque nunca votó en la provincia de Buenos Aires,
b.- No es natural de la provincia, porque no nació en ella, y
c.- No tiene 2 años de residencia inmediata, porque su residencia figura en Santa Cruz donde votó en las elecciones presidenciales de 2007.
Sería fuertemente sospechoso que la Justicia Federal que impugnara a Luis Brunati candidato a Diputado Nacional, de Proyecto Sur – PSA en 2007, hoy habilitara a Néstor Kirchner.
Luis Brunati con 56 años de residencia, después de haber sido Diputado Provincial, dos veces Diputado Nacional y Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, por un simple cambio temporal de domicilio, fue impedido de ser candidato a Diputado Nacional en 2007. Frente a esta situación la candidatura de Néstor Kirchner resulta indefendible. Será responsabilidad de la Justicia Electoral y en particular el Dr Manuel Blanco, tratar a todos en el marco del respeto a la Constitución, la ley y con la misma vara. No seremos nosotros quienes lo vayamos a impugnar.
La versión oficial acerca que el adelantamiento tiene que ver con la gravedad de la crisis internacional carece de seriedad. En nada cambia la situación porque la Argentina adelante cuatro meses las elecciones. La presidenta mantuvo todas sus facultades durante este tiempo para tomar las medidas que creyó necesarias, el Congreso Nacional no obstaculizó su accionar y en algunas medidas importantes pudo contar con nuestro respaldo desde Proyecto Sur. Lo que si va a ocurrir es que: logrando el oficialismo menos bancas que las actuales, el Congreso Nacional resuelva cuestiones importantes con su actual composición y con mayor legitimidad la nueva mayoría del Congreso observe esto opinando pero sin poder votar. Así entre el 28 de junio y el 10 de diciembre tendremos una situación de duplicidad de poderes un tanto anómala. Nuevamente la calidad institucional es golpeada. La lucha por el poder no puede mansillar, manipular y avasallar permanentemente las instituciones para ponerlas al servicio de las necesidades políticas de un sector. Esto corre para el oficialismo nacional como para el de la Ciudad de Buenos Aires y todos quienes pretenden sacar provecho del manoseo institucional.

Mario Mazzitelli
Secretario General PSA Nacional

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